Carlos Gómez. En los últimos tiempos prolifera en el mundo cofrade la creencia de que son demasiadas las salidas extraordinarias que nutren sin descanso el calendario cofrade que año tras año se viene configurando en cada una de las poblaciones que constituyen el universo cofrade. Una creencia alimentada en gran medida porque se ha potenciado la convicción de muchas de las causas que las motivan no son lo suficientemente trascendentales como para poner a una imagen devocional en la calle convirtiendo en ordinario lo que antaño pudo ser catalogado como excepcional.
De ahí que cuando una ocasión realmente extraordinaria habilita la posibilidad de que el pueblo cofrade pueda ser testigo de una ocasión única, histórica y singular, sea preciso remarcarlo de forma adecuada. Es el caso del anuncio realizado por la Hermandad de San Bernardo, que ha hecho público a través de sus medios oficiales de información que, ante la conmemoración del cuarto centenario de la ejecución de la imagen del Cristo de los Desamparados por parte del imaginero Juan Martínez Montañés y tras la solicitud cursada a la Hermandad por parte de la Comunidad de Carmelitas Descalzos de Sevilla, la junta de Gobierno de ha accedido a la petición para que el Crucificado procesione en el paso del Santísimo Cristo de la Salud, el próximo mes de Junio de 2017 y dentro de los actos que dicha Comunidad está organizando para reseñar tal efemérides.
"Esta espléndida imagen de Cristo Crucificado, obra de Juan Martínez Montañés, se encuentra en la Iglesia del Santo Ángel de Sevilla. El tema del Crucificado es uno de los mejores tratados por este genial artista, donde alcanza el máximo de su acierto iconográfico, como en el Crucificado (Clemencia o de los Cálices, del Auxilio –Lima-, del retablo de Santiponce, el de los Desamparados, el de Santa Clara, y otros), donde ahonda tanto, que es difícil superar artística y sacramente sus interpretaciones, perfectas eclesialmente, según la mente de Trento y la Contrarreforma (José Hernández Díaz)".
Así lo explica Fernando Gª Gutierrez, Delegado Diocesano del Patrimonio Artístico de la Archidiócesis de Sevilla en la web de la institución, que añade que "el mismo Prof. Hernández Díaz asegura que fue tallado por Montañés en 1617. Llega a compararlo artísticamente con el Cristo de la Clemencia o de los Cálices de la Catedral de Sevilla, aunque el de la Clemencia es un Crucificado todavía antes de morir, y el de los Desamparados está ya muerto con la llaga del costado abierta. En ambos casos queda patente la inefable iconografía de Cristo en la cruz, realizada con una maestría incomparable".
El propio García Gutiérrez asegura que "esta imagen de Cristo crucificado es también un paradigma de lo que sería la mejor iconografía del Corazón de Jesús: Un Crucificado con el corazón abierto, del que mana agua y la sangre como símbolos de los sacramentos de la Iglesia, y que es la mejor manifestación del amor de Dios a los hombres. El Cristo de los Desamparados está, sin duda, entre los mejores Crucificados de la Escuela Sevillana de Escultura del siglo XVII".
Foto Archidiócesis de Sevilla