Hoy les quiero hablar sobre otra vertiente del triste suceso acaecido en
Palma del Río, con la pérdida de María Stma. de la Piedad, de la Hermandad del
Nazareno. Me voy a adelantar a algo que usted, lector, puede pensar una vez
finalizado este artículo. Puede resultar superficial, o que no aborda el tema
importante sobre este horrible acontecimiento, y yo no se lo voy a discutir.
Pero lo cierto es que habiendo leído el artículo de mi compañero Guillermo
Rodríguez titulado “Cuestión
de supervivencia”,
sólo me queda suscribir cada una de las palabras, cada una de las comas y cada
uno de los puntos que quedan en él recogidos. Yo también tengo mucho miedo por
lo que pueda venir, lo reconozco abiertamente. Así, ante el riesgo de caer en
la redundancia y de no aportar nada novedoso, prefiero centrarme en una
cuestión más secundaria que ha dejado el asunto pero que viene a ser la gota
que colma el vaso en un tema que viene de largo.
Cuando se conoció el triste acontecimiento, comenzaron a hacerse eco del
mismo distintas webs y “pseudowebs” (haciéndose eco de las anteriores)
cofrades. Se filtraron fotografías de la dolorosa totalmente calcinada, que
inmediatamente salían publicadas en la prensa morada, en algunos casos, en
páginas con gran repercusión en el orbe cofrade. Por cierto, he mirado cinco
días después y en Pasión en Sevilla sigue apareciendo la desafortunadísima instantánea,
a pesar del comunicado de la Cofradía palmeña pidiendo que esa clase de
fotografías no salieran publicadas, y del Tweet que directamente mencionaba a
la web sevillana pidiendo la retirada de la misma. Eso sí, en visitas es un
pelotazo total, 5700. Y es que claro, tratándose de una desgracia ajena, de
otra provincia, no creo que les importe mucho la sensibilidad de esos otros que
son tan cofrades –o más- que ellos, si así pueden conseguir un impacto mayor. No
quiero frivolizar con un tema tan delicado pero… ¿Y si no hubiera sido en Palma
del Río? No quiero ni terminar la hipótesis porque me produce escalofríos, pero
seguro que ustedes saben el resto.
Tal y como dice el comunicado, y tal y como reza este artículo, se puede
informar sin hacer daño. Y es que no es la primera vez que se sacan a la luz
imágenes meramente morbosas, puesto que no tienen ningún interés informativo ni
de otra índole que no sea atraer al espectador mediante el morbo. Todo no vale
para tener audiencia, sea un medio digital, en papel, radio o televisión, y
menos en el terreno cofrade. No le veo sentido a que un hermano de la Cofradía
palmeña, que se acostó una noche y al día siguiente su Virgen, su devoción, ya
no estaba debido al acto vandálico y sacrílego sufrido, tenga que observar sus
restos calcinados en una web de prestigio (o de no prestigio, pero es más grave
si lo hace un portal de los conocidos), sabiendo además que esa misma imagen está
siendo visualizada por gran cantidad de personas. Y ya les digo, como ésta,
otras muchas. ¿Quién no ha visto a alguna imagen sagrada a medio vestir, o los
vídeos en los que sucede alguna desgracia en pleno recorrido procesional? Bien
es cierto que no se puede controlar que cualquier descerebrado saque un móvil
en un momento inoportuno y grabe o fotografíe lo que sea, pero lo que sí está
al alcance de los medios de comunicación (cofrades, en este caso) es filtrar la
información que reciben, y determinar qué elementos son relevantes
informativamente hablando y cuáles son accesorios, o en este caso claramente
ofensivos. No es de recibo que el morbo tenga cabida en ningún recoveco del
mundo cofrade, pero es especialmente repugnante y asqueroso que sea la propia
prensa morada la que utilice elementos morbosos para atraer la atención. Porque
además sólo sirve para ¿presumir? de haber conseguido 8000 visitas en una sola
semana. Qué despropósito.
Por cierto, me siento muy orgulloso de pertenecer a un medio en el que se
le ha dado una cobertura exquisita al suceso, prestándole la atención necesaria
y opinando sobre ella de la manera que la triste noticia requiere, y
especialmente sin que se haya tenido que recurrir a ni una sola de las
lamentables imágenes de las que están por toda la red. Quizá no haya tenido la
relevancia de otras webs, pero desde luego no se ha contribuido a dañar ni un
ápice a ningún hermano de la Hermandad del Nazareno y la Piedad de Palma del
Río. Suficiente dolor estarán sufriendo como para que encima venga cualquier
periodistucho (o ni eso) a hurgar en la herida. A ver si los del Sálvame
Cofrade van a ser los buques insignias de la prensa morada, y no los redactores
de Gente de Paz… La próxima vez que algún despechado se atreva a realizar afirmaciones
similares, que se acuerde de esto y se lo haga mirar.
No quiero terminar este artículo sin mandar un abrazo a todos los
hermanos de la Cofradía del Nazareno y la Piedad de Palma del Río. Como les
hice llegar por otro medio, todos nos hemos hecho aunque sea un poquito de su
Hermandad. Dios ha vencido, vence y vencerá a cualquier manifestación del mal
en la tierra, aunque la sufra una imagen sagrada. Ahora más que nunca, los
cristianos, los cofrades, hemos de estar unidos, hemos de ser fuertes en comunidad.
José Barea