Blas Jesús Muñoz. "Se ve la luz al final del túnel". Qué gran frase para definir la situación de la segunda puerta en la Catedral. Made in President, de la Agrupación de Cofradías, claro está.
Lo que no me queda claro es si la expresión lleva dobles o triples lecturas. Y el uso de la misma persigue un intencional paralelismo con Rajoy y su forma de vender el final de la crisis. Lo que implicaría que en el asunto Catedral hubo tiempos bonancibles (principios de los '60) en que el itinerario oficial discurría por el Patio de los Naranjos y que la problemática ha sido tal que no se ha podido tomar ese camino hasta que la puerta se solucionase.
Tal vez, el túnel sea ese que describen los afectados por ECM (experiencias cercanas a la muerte) y no ir al primer templo de la ciudad suponga o se asemeje a la vida y acudir al templo catedralicio sea morir y alcanzar la gloria.
Lo que resalta, ante todo, es que las expectativas lanzadas al vuelo de la palabrería a principios de 2014 ya van por 2016. Entre tanto, el presidente del Cabildo alude a la complejidad de desmontar la celosía de marras como si, con todos mis respetos o sin ellos, Rafael de la Hoz hubiese sido uno de los operarios de Al-Haken.
Burocracia e indecisión se aúnan en una Córdoba que parece condenada a la inoperancia perpetua. Esperaremos al propósito de 2016 a ver qué pasa... No queda otra.
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