Niño, estoy realmente contento. Esta semana de pasión ha sido apoteósica. Ya el sábado por la noche el pregón de José Juan, un sacerdote de los que les hace verdadera falta a la Iglesia y a nuestras Cofradías, hizo un pregón de los buenos y puso el Gran Teatro patas arriba.
Es verdad, niño, que el listón no estaba muy alto con los experimentos de los últimos tiempos, pero el pregón del amigo Güeto fue grandioso al margen de las inevitables comparaciones.
¡Y es que hay que tener ojito siempre con las innovaciones, niño! ¡Mira lo que le ha pasado otra vez al Valle en Sevilla con la "originalidad" de los artistas a los que le encargan la pintura del paño de la Verónica! Hace unos años les enchufaron la representación de un marciano y este año han caído dos radiografías con la cara de sus dos Cristos que son... para echarse a llorar de la pena.
Pero en fin, niño, es lo que hay. ¡A lo hecho, pecho! Y ahora vamos a brindar por esta nueva Semana Santa y a rezar para pedirle al Señor que no aparezca la lluvia hasta el Domingo de Resurrección por la noche. ¡Viva la Semana Santa con todas las Cofradías en la Santa Iglesia Catedral!
Julio el Tabernero
Recordatorio La taberna de Julio: El capataz a examen