¡Tos por igual valientes!. ¡A esta es!
¡Vaya tela, mi arma!. Ya comienzan a escucharse rumores cerca del Arco cuando quedan al menos diez meses para las próximas elecciones en la Basílica. ¡Jartibles que son algunos!. Tampoco hay que ser un lince para presuponer que después de cómo han sido las últimas contiendas electorales en la Hermandad Macarena, es más que probable que haya más de una candidatura. Manolo García dejará su vara dorada después de haber machacado en sendas elecciones a los dos aspirantes que osaron enfrentarle y ahora está cansado. Tan cansado que su perspectiva es pasar a un discreto segundo plano. Ya le ha ido diciendo a todo el que ha querido escucharle que "no quiere líos". Los rumores apuntan a que miembros de su equipo están cuajando -al menos "sopensando"- una candidatura continuista y que podría tener enfrente otra en la podrían figurar algunos de los que apoyaron al anterior candidato de oposición. Dicen que algunos no han olvidado ciertas formas en aquella celebración para olvidar ni las consecuencias que las elecciones tuvieron en algunos cargos de confianza. No pierdan de vista a los que forman parte del cortejo sin túnica nazarena.
Dicen que está el ambiente rarito, de cortarse la tensión con un cuchillo, bajo las trabajaderas de la Calzada. Hay quienes no han olvidado las destituciones, las formas y las verdades del barquero. Y cada cual cuenta la película según le haya ido a sus más cercanos. Hay quien dice, por ejemplo, que tiempo ha habido desde octubre para hacerle un merecido homenaje a Carlos Morán después de casi cuatro décadas que jamás llegarán a completarse. Los dimes y diretes no fueron precisamente gratificantes con un anuncio acompañado de unas razones que muchos cuestionaron e incluso pusieron en duda, una durísima carta del capataz cesado y un contracomunicado… o sea, todo lo que no hay que hacer para que el traspaso de poderes sea una balsa de aceite. Como ya les digo, algunos piensan que con la Cuaresma ahí cerquita, con sus ensayos costaleros y todos sus avíos, igual se tendría que haber homenajeado mucho antes al inolvidable capataz para que los ánimos estuvieran más templados a la hora de ponerse el costal, y enfrente otro opinan que no hay que buscarle tres pies al gato y que se trata sólo de darle una despedida en condiciones a quien fue su capataz tantísimo tiempo… doctores tiene la iglesia.
¡Ahí queó!
Costal Hero
Foto Benito Álvarez