Adrián Martín. Anteriormente en Gente de Paz tuve la oportunidad de reivindicar los orígenes de las Agrupaciones Musicales, siendo herederos del estilo de la Guardia Civil de la Comandancia Móvil de Eritaña.
Sin duda, puedo ser contestado en este artículo sobre el origen de las Bandas de Cornetas y Tambores, del eterno Alberto Escámez y, sobre todo, de como se funda en los años 20 del siglo XX en Málaga con la banda del Real Cuerpo de Bomberos de Málaga.
Hoy me centraré en como ese estilo de Málaga se trasladó a la ciudad de Sevilla, una vez más, gracias a los cuerpos de seguridad de entonces.
La Banda de la Policía Armada llegó tras el traslado del Maestro Díaz, militar del Cuerpo de Ingenieros y componente de su banda, que estaba destinado en Málaga. En 1941, año de su traslado, tomó la decisión de fundar una banda siguiendo el ya reconocido estilo del Cuerpo de Bomberos y, con la ayuda del Teniente Coronel Arjona, se fundó en la comisaría de la Alameda de Hércules la Banda que pasaría a la historia y ensayaría donde muchas de las sucesoras en este estilo ensayan o ensayaron en su día, la zona sevillana de la Barqueta.
Pero no sólo en Semana Santa se escuchaba a la banda de la Policía Armada, procesiones de Gloria o, incluso, las cabalgatas de Reyes de Sevilla.
Tras la muerte de Franco, las bandas militares comenzaron a ser quizás mal vistas, y, con el tiempo, fueron desapareciendo en muchas localidades, llegando el punto y final de la Banda de la Policía Armada de Sevilla en la Cabalgata del Ateneo de Sevilla el 5 de enero de 1976.
Al igual que actualmente hay herederos de Eritaña en Sevilla, tras su disolución, diversas personas, echando de menos ese sonido tan característico, decidieron recuperarlo, incluso hermandades como la Esperanza de Triana, El Sol o Cigarreras, con sus notables evoluciones, se puedan considerar herederos de la Policía Armada Sevillana.
