Le dieron de beber vino con hiel. Él lo probó, pero no quiso tomarlo. Mt 27 -34.
…los soldados (...) , tomaron sus vestiduras y las dividieron en cuatro partes, una para cada uno. Tomaron también la túnica, y como no tenía costura, porque estaba hecha de una sola pieza de arriba abajo, se dijeron entre sí: "No la rompamos. Vamos a sortearla, para ver a quién le toca". Así se cumplió la Escritura que dice: Se repartieron mis vestiduras y sortearon mi túnica. Jn 19 23-24.
Te han despojado de todo lo que tenías… separado de tu Madre, alejado de tus amigos, abandonado por tu grey y hasta privado de tus vestiduras… pero jamás podrán arrancarte la dignidad ni acallar el eco de tu Verbo. Desnudo frente al mundo, a pecho descubierto, envuelto en tu manto de Humildad y valentía… Sólo conservas la Cruz, la Fe y tus convicciones… tu esencia, tu mensaje, tu Verdad… y mi alma varada en tu orilla.
Porque por más que los truenos de la batalla retumben en el firmamento de la traición y la venganza, yo permaneceré a tu lado, pese a quien pese y caiga quien caiga. Y aunque la deriva de la duda y la desazón pretenda alejar mi barca de tu puerto, beberé de tu venero de Paciencia, para saciar mis ansias de navegar en otros mares, lejos de la turbación circunstancial. Y regresaré como la golondrina en primavera para devolverte con mi amor todo lo que quisieron arrebatarte las hienas del poder y la prepotencia y para reconquistar y proteger la libertad de tu Reino capuchino, derribando las murallas, calmando los vientos… recuperando tu Paz... y tu Esperanza…
Porque por más que los truenos de la batalla retumben en el firmamento de la traición y la venganza, yo permaneceré a tu lado, pese a quien pese y caiga quien caiga. Y aunque la deriva de la duda y la desazón pretenda alejar mi barca de tu puerto, beberé de tu venero de Paciencia, para saciar mis ansias de navegar en otros mares, lejos de la turbación circunstancial. Y regresaré como la golondrina en primavera para devolverte con mi amor todo lo que quisieron arrebatarte las hienas del poder y la prepotencia y para reconquistar y proteger la libertad de tu Reino capuchino, derribando las murallas, calmando los vientos… recuperando tu Paz... y tu Esperanza…
A la orilla del Calvario
es mi orgullo tu Humildad
de tu pueblo Despojado
y Cordero ante el altar
Tu túnica te han arrancado
preludio de tu sacrificio
mostrando un cuerpo maltratado
que va a caer al precipicio
por aliviarme de mis pecados
Brilla el Perdón y la Paz
en tus ojos todavía
su llama no morirá
como dicta tu Filosofía
de Amor y Humildad.
Guillermo Rodríguez