Blas J. Muñoz. Durante las últimas décadas, en cada crónica, en cada descripción de la jornada ante la que nos hallamos se ha venido a coincidir en la juventud de las hermandades que la componen. Sin embargo, las mismas comienzan a hacerse adultas. Sirva de ejemplo la del Buen Suceso que, camino del medio siglo de historia, en 2016 celebra los veinticinco años de su Titular Mariana, María Santísima de la Caridad.
Prendimiento, Císter o Santa Faz también cuentan con una dilatada trayectoria que se renueva también este año. La primera estrena el tallado del canasto (al igual que el antedicho Buen Suceso), la segunda los respiraderos del palio y la cofradía de la Trinidad renueva su Cruz de Guía, presenta un singular e interesante Senatus y se halla inmersa en la ejecución de las nuevas bambalinas de su palio.
La Agonía, por su parte, traza con esmero la deseada primera salida de la Virgen de la Salud que, si bien no será en 2016, los cofrades ya aguardan un momento que no tardará en llegar. Todo ello, mientras la Universitaria sigue poco a poco consolidando su asentamiento en una jornada que no para de cumplir años que la ven crecer.